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viernes, 24 de enero de 2014

¿Para qué sirve el arte?



 

La función de la obra de arte en la sociedad

Las obras de arte plásticas y visuales han cumplido con funciones muy distintas a lo largo de su historia. Como el arte carece de un valor de uso inmediato e intrínseco que lo defina y restrinja, su utilidad le es dada arbitrariamente y se puede manipular.
Las funciones del arte son múltiples, mutables, combinables entre sí y dependientes de un contexto: el entorno el que se crea la obra de arte, aquel en el que se presenta o el grupo social que la observa.
 
 

Funciones sociales del arte:

  • Función mágico-religiosa. Es el uso del arte ligado a los rituales mágicos para los que se produce. Se cree que esta es la función principal del arte primitivo.
  • Función estética. Impera la función estética cuando la obra de arte gira en torno al concepto de belleza como, por ejemplo, en la representación de ideales estéticos de la Antigua Grecia.
  • Función ideológica. Se transmiten los pensamiento de un movimiento (social, político, religioso...) a través de la obra de arte. Pueden ser los pensamientos del artista o los de quienes han encargado la obra.
  • Función conmemorativa y de promoción. Un arte frecuentemente usado dentro de la propaganda política para la exaltación de triunfos y la divinización de figuras históricas como en la Antigua Roma.
  • Función pedagógica. Las clases dirigentes, como las órdenes religiosas durante la Edad Media, encargan al artista representaciones que ilustren sus mensajes para adoctrinar al grueso de la población que no sabía leer.
  • Función de registro, análisis y expansión de la realidad. El artista investiga su entorno y muestra la información que ha recopilado a través de la obra de arte. El estrecho vínculo entre la producción de arte y su contexto histórico permiten que, aunque el registro de su entorno no haya sido una prioridad para el artista, a través de las obras de arte se pueda obtener información de la cultura de la que proviene.
  • Función modeladora de la sensibilidad. La contemplación de obras de arte enriquece y da forma a la sensibilidad artística del espectador.
  • Función ornamental. El arte se usa para transformar un espacio.
  • Función mercantil. Las obras de arte tienen un valor de cambio y el arte se convierte en un producto más. Con esta función aparecen intermediarios que ponen en circulación las obras (marchantes, galerías, casas de subastas, etc.) y crece la distancia entre el artista y el público general.
  • Función de discriminador social. Cuando se compra arte caro se adquiere un prestigio directamente relacionado con la capacidad de pagar grandes sumas por un objeto que es innecesario y que carece de utilidad aparente.